jueves, 29 de enero de 2009

¿Para reír o para llorar?

Desde luego hay cosas que superan nuestro sentido del humor. Gracias a nuestra compañera Montse, hemos conocido el poema con el que REDESA promovía hace unos años el consumo responsable y, como reza el título de esta entrada, no hemos sabido si reír o llorar; si convocar al señor presidente de esta empresa, Luis Atienza (a quienes algunos blogs y webs atribuyen la autoría de estos versos), al recital de poesía en el que estamos pensando (y del que algo os adelantábamos en una anterior entrada) o recomendarle a él y a Red Eléctrica de España que se apliquen ellos mismos esta folklórica apuesta por el ahorro energético y supriman sin más su proyecto de Autopista Eléctrica entre Monzón e Isona por innecesaria y, por tanto, antieconómica (sí, sí, ya sabemos que lo que es antieconómico para los contribuyentes, no lo es para los que explotan nuestros recursos).
Casi mejor lo segundo porque, a lo peor, declinaba nuestra invitación al recital.
En fin, os dejamos con el texto íntegro para que os apliquéis el cuento:

Baja el aire de una vez,
es un consejo de Red.
Sube que sube que sube,
trepa, que trepa, que trepa,
la demanda de energía
nos ha llegado a la chepa.
Mes a mes y poco a poco
subimos todos los picos
que en esto de la energía
somos unos nuevos ricos.
Y aunque se está moderando
la intensidad del consumo
gastamos con alegría
gas, carbón y otros insumos.
Llegamos este mes
al dos coma dos por ciento
y en lo que llevamos de año
cuatro con siete de aumento.
Es buena cosa que crezca
la demanda de energía
porque nos quiere decir
que va bien la economía,
pero, caramba, señores,
un poquito de atención,
que este incremento tan alto
no es de cantar alirón.
Y ahora que vienen
estos meses de calor,
este estío tan sabroso
ese tiempo agotador.
Nunca hizo falta en España
calentamiento global
para asarse en el verano
y al sol pasarlo muy mal.
Pero el calor hoy en día parece,
no sé por qué,
más caliente que hace años
y abriga más que el muaré.
El caso es que el calor llega
puntual y precisa
y combatirla es tarea
que mejor no se improvisa.
Resulta fácil, entonces,
poner el aire a lo bestia
sin pensar que las anginas
causan alguna molestia.
Para ir al cine de noche
es mejor ser esquimal
y en los centros comerciales
el biruji es anormal.
Este planeta que estalla
con tanto y tanto calor,
venga a gastar energía
con vigor atronador,
Y aunque Vd. pueda pagarla,
como decía el anuncio,
España consume en humo
el dislate que aquí enuncio.
¿Es que no hay un termostato
en nuestro patrio solar?
¿Es que hay que morir de frío?
¿No se puede regular?
Vive bien, vive más sano
pon el aire con cabeza
y pide en el restaurante
“baja el aire con presteza”.
Escucha mi humilde ripio
no se trata de un arcano:
usa el aire con mesura,
mucho frío es inhumano.

Per descomptat hi ha coses que superen el nostre sentit de l'humor. Gràcies a la nostra companya Montse, hem conegut el poema amb el qual REDESA promovia fa uns anys el consum responsable i, com resa el títol d'aquesta entrada, no hem sabut si riure o plorar; si convocar al senyor president d'aquesta empresa, Luis Atienza (a qui alguns blogs i webs atribuïxen l'autoria d'aquests versos), al recital de poesia en el qual estem pensant (i del que alguna cosa us avançàvem en una anterior entrada) o recomanar-li a ell i a Red Eléctrica de España que s'apliquin ells mateixos aquesta folklòrica aposta per l'estalvi energètic i suprimeixin sense més el seu projecte d'Autopista Elèctrica entre Montsó i Isona per innecessària i, per tant, antieconómica (sí, sí, ja sabem que el que és antieconómico per als contribuents, no ho és per als quals exploten els nostres recursos).
Gairebé millor el segon perquè, al pitjor, declinava la nostra invitació al recital.
En fi, us deixem amb el text íntegre perquè us apliqueu el conte:
(veure el text en castellà dalt)

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