Panorámica de la zona de Pueyo de Marguillén (derecha) y La Puebla del Mon donde se observa la línea de torres de la Aragón-Cazaril, que quieren ser reaprovechadas por Red Eléctrica de España para su proyecto de Autopista Eléctrica Peñalba-El Arnero (Monzón)-Isona (al fondo a la izquierda, Cotiella) (hacer click para ampliar la imagen).
Siguiendo con la serie de artículos dedicados a las afecciones que podría causar el proyecto de Autopista Eléctrica Peñalba-El Arnero (Monzón)-Isona (véase el anterior para ir enlazando con ellos), queremos hoy tratar el tema de las afecciones paisajísticas. Éstas pueden considerarse a priori de menor gravedad que las que hemos venido tratando con anterioridad pues, obviamente, no implican daños a la salud ni ponen en peligro a la fauna y la vegetación (si se consideran por separado, claro está, aunque esto es algo difícil de hacer pues el daño al paisaje está íntimamente ligado a las afecciones medioambientales). Sin embargo, si se tiene en cuenta, como ya hemos señalado en numerosas ocasiones, que el paisaje y el medio natural en su conjunto son el principal recurso económico de gran parte de los territorios sobre los que se cierne el proyecto de Autopista Eléctrica (muy en particular el territorio situado entre la sierra de la Carrodilla y la subestación de Isona), la cosa cambia radicalmente, pudiendo afirmarse que, con independencia de los daños de los que ya hemos venido advirtiendo en anteriores entradas, el daño al paisaje de la línea Peñalba-El Arnero (Monzón)-Isona, conllevaría un auténtico descalabro económico para unas tierras en las que, paradójicamente, las administraciones están favoreciendo proyectos de desarrollo sostenible basados en el turismo rural, cicloturismo, senderismo, etc. Están en peligro, por tanto, tanto los negocios recientemente abiertos para explotar estas posibilidades económicas, como el comercio que espera obtener beneficios de unos posibles visitantes que se lo pensarán dos veces antes de visitar un territorio cuyos horizontes están atravesados por las mismas líneas eléctricas que caracterizan el paisaje urbano del que desean escapar. Y todo ello sin entrar a considerar la importante depreciación que sufrirían tanto las viviendas como los terrenos cercanos a la línea, ni volver a entrar en el sangrante asunto de la pérdida de posibilidades de repoblación para los pueblos directamente afectados por la línea, con una población escasa y envejecida (quizá esta sea la verdadera causa de que Red Eléctrica de España haya puesto sus ojos en nuestras tierras) que aspira a renovarse con aquellos nuevos pobladores que desean buscar lugares donde disfrutar de una vida más cercana al medio natural y alejada de la contaminación y el ajetreo de las ciudades.
Este es por tanto, un asunto de mucho más calado del que a primera vista podría suponerse y que ya ha motivado alegaciones y protestas en otros territorios amenazados por líneas semejantes a la que se cierne sobre nuestras cabezas. Aquí, sin embargo, llevamos sufriendo la afección al paisaje de las torres de la Aragón-Cazaril, sin compensación alguna, pese a su flagrante ilegalidad (deberían haber sido desmontadas en virtud de una sentencia del Tribunal Supremo) como puede comprobarse en las fotos y panorámicas que acompañan este texto (tomadas ayer en las cercanías de Pueyo de Marguillén). Puede apreciarse en ellas cómo las torres (que se extenderán también por otros territorios cercanos) destruyen nuestros bellos horizontes. Añadamos a ello la necesidad, ya mencionada con anterioridad, de abrir un amplio pasillo talado a matarrasa bajo la línea (para evitar incendios forestales) y la exigencia de una pista de acceso a cada torre para su mantenimiento y se podrá visualizar el enorme daño que la línea causaría en el territorio (por ejemplo en los pinares de la CHE que se encuentran alrededor del pantano de Barasona y que pueden verse en las fotos adjuntas).
Además de lo dicho, y para evitar comparaciones erróneas, debe tenerse en cuenta que las torres necesarias para una línea de 400 KV tienen una altura entre 45 y 85 metros. Las que se ven en la panorámica siguiente, por ejemplo, tienen una altura de 65 metros, una desmesura fácil de apreciar con el gráfico adjunto, donde queda comparada la torre más cercana a Pueyo de Marguillén con una de las torres de la Basílica del Pilar de Zaragoza.
Que el paisaje y el medio natural son valores que van mucho más allá de lo meramente estético o sentimental (sin que ello suponga un menosprecio para estos importantes valores) lo demuestra también, perfectamente, el vídeo adjunto, con una canción de KRISENKA, que, precisamente, utiliza (y nombra) entre otros paisajes el de la sierra de La Carrodilla, directamente amenazada por la Autopista Eléctrica (véanse el grupo de facebook y el blog creados por gentes de la zona de Estadilla para denunciar las serias amenazas que se ciernen sobre este privilegiado rincón del Alto Aragón, cuyo riquísimo patrimonio paisajístico, natural, histórico y cultural están hoy por hoy en serio peligro con la connivencia de las administraciones que debieran velar por su protección).
¿Estamos dispuestos a legar a nuestras generaciones futuras un patrimonio dañado y mermado? ¿No lo van a tener ya bastante difícil con la situación económica a la que nos ha abocado la avaricia y la obsesión desarrollista de unos pocos?
Panorámica de los alrededores de La Puebla del Mon donde se observa la línea de torres de la Aragón-Cazaril que la amenaza directamente, y que quiere ser reaprovechada por Red Eléctrica de España para su proyecto de Autopista Eléctrica Peñalba-El Arnero (Monzón)-Isona (al fondo Cotiella, a la izquierda, y El Turbón, a la derecha) (hacer click para ampliar la imagen).
Sombra de una de las torres de la Aragón-Cazaril, que quiere ser reaprovechada por Red Eléctrica de España para su proyecto de Autopista Eléctrica Peñalba-El Arnero (Monzón)-Isona, sobre los campos de Pueyo de Marguillén.
Una de las torres de la Aragón-Cazaril, que quieren ser reaprovechada por Red Eléctrica de España para su proyecto de Autopista Eléctrica Peñalba-El Arnero (Monzón)-Isona, cerca del pantano de Barasona, en donde existen casetas y terrenos utilizados en fines de semana y periodos vacacionales.
Pista de acceso a una de las viejas torres de la Aragón-Cazaril, que quieren ser reaprovechada por Red Eléctrica de España para su proyecto de Autopista Eléctrica Peñalba-El Arnero (Monzón)-Isona, en los pinares de repoblación de CHE alrededor del pantano de Barasona.
Torres de la Aragón-Cazaril, que quieren ser reaprovechada por Red Eléctrica de España para su proyecto de Autopista Eléctrica Peñalba-El Arnero (Monzón)-Isona, en los pinares de repoblación de CHE alrededor del pantano de Barasona.
Seguint amb la sèrie d'articles dedicats a les afeccions que podria causar el projecte d'Autopista Elèctrica Peñalba-El Arnero (Montsó)-Isona (vegeu l'anterior per anar enllaçant amb ells), volem avui tractar el tema de les afeccions paisatgístiques. Aquestes poden considerar-se a priori de menor gravetat que les que hem vingut tractant amb anterioritat doncs, òbviament, no impliquen danys a la salut ni posen en perill a la fauna i la vegetació (si es consideren per separat, és clar, encara que això és alguna cosa difícil de fer doncs el dany al paisatge està íntimament lligat a les afeccions mediambientals). No obstant això, si es té en compte, com ja hem assenyalat en nombroses ocasions, que el paisatge i el mitjà natural en el seu conjunt són el principal recurs econòmic de gran part dels territoris sobre els quals es plana el projecte d'Autopista Elèctrica (molt en particular el territori situat entre la serra de la Carrodilla i la subestació d'Isona), la cosa canvia radicalment, podent afirmar-se que, amb independència dels danys dels quals ja hem vingut advertint en anteriors entrades, el dany al paisatge de la línia Peñalba-El Arnero (Montsó)-Isona, comportaria un autèntic daltabaix econòmic per a unes terres en les quals, paradoxalment, les administracions estan afavorint projectes de desenvolupament sostenible basats en el turisme rural, cicloturisme, senderisme, etc. Estan en perill, per tant, tant els negocis recentment oberts per explotar aquestes possibilitats econòmiques, com el comerç que espera obtenir beneficis d'uns possibles visitants que l'hi pensaran dues vegades abans de visitar un territori els horitzons del qual estan travessats per les mateixes línies elèctriques que caracteritzen el paisatge urbà del que desitgen escapar. I tot això sense entrar a considerar la important depreciació que sofririen tant els habitatges com els terrenys propers a la línia, ni tornar a entrar en el sagnant assumpte de la pèrdua de possibilitats de repoblació per als pobles directament afectats per la línia, amb una població escassa i envellida (potser aquesta sigui la veritable causa que Red Eléctrica de España hagi posat els seus ulls a les nostres terres) que aspira a renovar-se amb aquells nous pobladors que desitgen buscar llocs on gaudir d'una vida més propera al mitjà natural i allunyada de la contaminació i l'enrenou de les ciutats.
Est és per tant, un assumpte de molt més calat del que a primera vista podria suposar-se i que ja ha motivat al·legacions i protestes en altres territoris amenaçats per línies semblants a la qual es plana sobre els nostres caps. Aquí, no obstant això, vam portar sofrint l'afecció al paisatge de les torres de l'Aragó-Cazaril, sense compensació alguna, malgrat la seva flagrant il·legalitat (haurien d'haver estat desmuntades en virtut d'una sentència del Tribunal Suprem) com pot comprovar-se en les fotos i panoràmiques que acompanyen aquest text (preses ahir en les rodalies de Pueyo de Marguillén). Pot apreciar-se en elles com les torres (que s'estendran també per altres territoris propers) destrueixen els nostres bells horitzons. Afegim a això la necessitat, ja esmentada amb anterioritat, d'obrir un ampli passadís talat a matarrasa sota la línia (per evitar incendis forestals) i l'exigència d'una pista d'accés a cada torre per al seu manteniment i es podrà visualitzar l'enorme dany que la línia causaria al territori (per exemple en els pinedes de la CHE que es troben al voltant del pantà de Barasona i que poden veure's en les fotos adjuntes).
A més del que s'ha dit, i per evitar comparacions errònies, ha de tenir-se en compte que les torres necessàries per a una línia de 400 KV tenen una altura entre 45 i 85 metres. Les que es veuen en la panoràmica següent, per exemple, tenen una altura de 65 metres, una desmesura fàcil d'apreciar amb el gràfic adjunt, on queda comparada la torre més propera a Pueyo de Marguillén amb una de les torres de la Basílica del Pilar de Saragossa.
Que el paisatge i el mitjà natural són valors que van molt més allà del merament estètic o sentimental (sense que això suposi un menyspreu per a aquests importants valors) ho demostra també, perfectament, el vídeo adjunt, amb una cançó de KRISENKA, que, precisament, utilitza (i nomena) entre altres paisatges el de la serra de la Carrodilla, directament amenaçada per l'Autopista Elèctrica (vegin-se el grup de facebook i el blog creats per gents de la zona de Estadilla per denunciar les serioses amenaces que es planen sobre aquest privilegiat racó de l'Alt Aragó, el riquíssim patrimoni del qual paisatgístic, natural, històric i cultural estan ara com ara de debò perill amb la connivència de les administracions que haguessin de vetllar per la seva protecció).
Estem disposats a llegar a les nostres generacions futures un patrimoni danyat i minvat? No ho van a tenir ja bastant difícil amb la situació econòmica a la qual ens ha abocat l'avarícia i l'obsessió desenvolupista d'uns pocs?