No en vano, decía Valle Inclán, por boca de su inmortal personaje Max
Estrella, que "España es una deformación grotesca de la civilización
europea". De ahí, por tanto, la necesidad del esperpento para poder representar y entender a la sociedad española.
Y, en efecto, en nuestros largos años de lucha hemos tenido que asistir involuntariamente a muchos esperpentos y nos hemos tenido que desayunar demasiadas veces con las "divinas palabras" del gobernante de turno, por cuya boca, como si de un médium se tratase, oíamos hablar a Red Eléctrica de España.
Podríamos decir pues que estamos "matados de espanto". Sin embargo, hemos de reconocerlo:
las declaraciones del Presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (FENACORE), el señor Andrés del Campo, abriendo la Jornada El regadío y la normativa sobre balsas de riego ante la Ministra en funciones Isabel García Tejerina, han conseguido dejarnos perplejos. Podéis leerlas en la noticia publicada por el
Diario del AltoAragón y que encabeza estas líneas.
Perplejidad, pero también una honda tristeza, nos produce oír, de boca del Presidente de FENACORE, que se agilicen los proyectos de interconexiones eléctricas. Pero, ¿realmente es necesario solicitar tal cosa a un gobierno (en funciones) que
ya ha agilizado todo lo que ha podido, no solo las interconexiones eléctricas, sino una multitud de proyectos de autopistas eléctricas, dando lugar a una situación que nos retrotrae
al periodo álgido de la que se conoció como "burbuja de las eléctricas"? ¿O acaso se dirige a otros, visto el uso que hace de la expresión "autopistas eléctricas"?
Honda tristeza, como decimos. Y es que hay pocas cosas más tristes que ver a alguien tirando piedras contra su propio tejado. Veamos porque afirmamos esto.
El señor Andrés del Campo asume acríticamente todos y cada uno de los "argumentos" que venimos oyendo de boca de nuestros actuales gobernantes en funciones, del Presidente de Red Eléctrica de España, del inefable Arias Cañete (impulsor de la Unión Energética, que da sustento a las interconexiones eléctricas y gasísticas de una punta a otra de la UE) y de los articulistas que suelen sumarse a toda campaña propagandística que se precie.
Así, el Presidente de FENACORE comienza su
speech dando por sentado el
mantra del "alto déficit" de infraestructuras de conexión (aquello del secular aislamiento energético) para, por añadidura, sumarse a quienes piden que la tasa de interconexión con Francia se eleve desde los 2.800 MW actuales hasta 8.000 MW (
incluso hay quien ha hablado de 10.000). Olvida, no obstante, que en un horizonte tan cercano como el del
año 2020 ya existe un faraónico proyecto de interconexión, el cable
submarino Vizcaya-Aquitania, que pretende
aumentar la capacidad de interconexión eléctrica en 2.000 MW más, cifra que la propia Red
Eléctrica de España consideró en su momento como suficiente. Es, en realidad, el Ministerio de
Industria, el mismo al que el señor Andrés del Campo pide agilizar las interconexiones, el que desea
incrementar esta capacidad de intercambio eléctrico hasta los 8.000 MW.
Pero yendo al quid de la cuestión, ¿cuenta el Presidente de FENACORE con un estudio independiente que le permita afirmar que nuestro país sufre un alto déficit de interconexiones y que, precisaría, para compensarlo, de semejante tasa de interconexión?, ¿o repite irreflexivamente el discurso oficial de nuestro Gobierno en funciones y del Comisario Arias Cañete?
Si se hubiera molestado en informarse un poco sobre el tema (nosotros así lo hicimos antes de redactar el
Comunicado de Sabiñánigo), el señor Andrés del Campo habría descubierto que Red Eléctrica de España y el Réseau de Transport d’Eletricité (empresas que "presuntamente" defienden el interés público y que serían las beneficiarias directas de su ardorosa petición) no han realizado un estudio riguroso de las verdaderas necesidades de intercambio eléctrico. Sabría, además, que actualmente existen ya 11 líneas eléctricas que conectan Francia y España y que la actual tasa de interconexión (2.800 MW) se alcanzó el mes de febrero de 2015 al ponerse en funcionamiento la autopista eléctrica Baixas-Bescanó (la MAT de Girona), que, pese a haber costado más de 700 millones de euros, según los datos con los que se cuenta desde su puesta en funcionamiento, tiene un escaso uso por falta de demanda.
Después de esto, ya no merece la pena ni entrar a comentar la conclusión a la que llega el Presidente de FENACORE al afirmar que un aumento de la tasa de interconexión haría que nuestro país pasase de ser importador a productor y exportador de energía. Esto es, simplemente, un viejo lugar común totalmente insostenible, sobre todo si se tiene en cuenta la actual
crisis por exceso de producción eléctrica que padece nuestro sistema energético.
Pero aquí viene lo mejor (el esperpento al que al inicio nos referíamos). Gracias a una impresionante pirueta argumental, resulta que, según el señor Andrés del Campo, cuando España alcance el supuesto de pasar de importador a productor y exportador, "se podrán reducir los costes regulados por el Gobierno, que son los que más afectan a los consumidores estacionales de la energía, como los regantes", que, como él dice, han tenido que sufrir un aumento exponencial del coste de la energía en estos ocho últimos años por culpa del déficit de tarifa.
Véamos que hay de verdad en esto (si es que hay algo):
- La premisa de que España solo es importadora de energía, como decimos, es falsa (también haría falta una buena tasa de interconexión para ello, pero, ¿para qué?, si padecemos una crisis de exceso de producción y asistimos a una continua bajada de la demanda, ¿simplemente para lucrarse con los excedentes?, ¿para dar por buena la burbuja eléctrica que generó esta sobreproducción?); por tanto, todo el argumento posterior se convierte en una mera falacia lógica.
- El aumento exponencial de los costes de la energía lo ha sufrido el país en su conjunto y, si no, que se lo pregunten a los millones de españoles y españolas que tienen dificultades para pagar la factura energética (se calcula que uno de cada tres hogares sufre la llamada "pobreza energética").
- El déficit de tarifa (que no hace mucho dio por acabado el Ministro Soria) es una estafa de manual, el tocomocho con el que las eléctricas han saqueado España.
- El propio Presidente de Red Eléctrica de España ha reconocido que las interconexiones eléctricas no supondrán un abaratamiento del precio de la luz. En realidad, como reconocía José Folgado hace solo un año, simplemente "sus costes en España no se diferenciarán tanto de cómo evolucionan
los del resto de países europeos".
Pero lo mejor del discurso del Presidente de FENACORE viene al final. Y es que el señor Andrés del Campo se da perfecta cuenta de que los regantes podrían tener en un futuro un gran potencial como productores de energía solar, hidroeléctrica o eólica gracias al balance neto o
Net Metering (queda muy "cult" decirlo en inglés). Pero, ¿no se da cuenta este señor de que es el propio gobierno en funciones el que ha hecho esto imposible con su tristemente famoso "impuesto al sol", que tantos problemas está causando a nuestro país?, ¿no se da cuenta de que este mismo gobierno es también
el que está entorpeciendo la reversión de las centrales hidroeléctricas cuando caduca su concesión, permitiendo así que continúen especulando con el agua embalsada? Y lo principal, ¿es que acaso van a solucionar estos problemas las grandes interconexiones eléctricas?
De ahí, por tanto, que afirmemos que, irreflexivamente, el Presidente de FENACORE, está
tirando piedras contra su propio tejado, asumiendo al mismo tiempo el
papel de víctima y de verdugo de sí mismo. Y es que, con su "arenga" ante la ministra García Tejerina, está alentando, en realidad,
un rescate encubierto a las eléctricas y
el reinicio de una burbuja que, como siempre, acabaremos pagando entre todos, incluidos los regantes a quienes representa. La verdad, muy al contrario de lo que pregona el discurso oficial, es que
las autopistas eléctricas que tan entusiastamente apoya el Presidente de los regantes se han planificado para apuntalar y dar continuidad al caduco sistema energético que tanto daño ha hecho, tanto a sus representados, como al resto de la ciudadanía y a la propia economía española.
Así pues, desengáñese, señor Andrés del Campo, y tenga presente que:
- Las faraónicas interconexiones eléctricas (la prensa habla de un coste de 1.200 millones de euros solo para la Sabiñánigo-Marsillon) acabaremos pagándolas entre todos pues precisarán subvenciones masivas (vía Banco Europeo de Inversiones, Connecting Europe Facilities y Plan Juncker) para atraer la inversión privada (¿le suena de algo el Proyecto Castor?).
- Estas infraestrecturas solo responden al interés de los oligopolios eléctricos en España y Francia, que manipulan, distorsionan e inflan precios, generando beneficios desproporcionados para sus accionistas.
- Estas líneas, por más que quieran "pintarlas de verde", no servirán tanto para exportar electricidad de origen renovable, como para importar sobre-capacidades de origen nuclear en Francia, lo que, además de contribuir al riesgo nuclear sistémico y al aumento de las emisiones de gas invernadero (al permitir vender la sobreproducción de centrales térmicas españolas), acabará dañando a los pequeños productores de energía renovable (como los regantes a quienes usted cree estar defendiendo con sus palabras).
- Construir más interconexiones para transporte de electricidad a larga distancia no tiene sentido cuando existen tecnologías disponibles para la generación local y el autoconsumo. Persistir en este modelo del pasado es arrojar fondos públicos a un pozo sin fondo y crear más deuda ilegitima, que afectará a las presentes y futuras generaciones. ¿Por qué cree que tienen tanta prisa en construirlas aquellos a quienes usted pide que las agilicen?
Ya ve, señor Andrés del Campo, que para responder a sus palabras no hemos hecho mención a los graves daños que las autopistas eléctricas, que usted ha decidido apoyar de manera tan imperiosa, causarían a nuestros territorios pirenaicos y prepirenaicos, y que también o, sobre todo, nos preocupa el grave daño que causarían a la economía española. Pero como usted seguramente comprenderá nos duele, y mucho, que haya quienes quieran beneficiarse a costa de nuestros pueblos y de nuestro futuro. A cualquiera le dolería algo así (por ejemplo a los propios regantes), pero cuánto más nos puede llegar a doler a quienes vivimos en el Alto Aragón y el Pallars, donde desde hace décadas (por no decir ya casi un siglo) llevamos sufriendo la servidumbre de decenas de grandes proyectos energéticos (pantanos que han anegado pueblos y tierras de cultivo, centrales, subestaciones, líneas de alta tensión por doquier...), impuestos a un territorio en el que solo han dejado y dejan sus duras afecciones para que otros disfruten del progreso y los beneficios que a nosotros y nosotras se nos niegan.
Por ello y en definitiva, allá usted si quiere tirar piedras contra su propio tejado, pero deje, por favor, de tirarlas contra los nuestros, que quienes vivimos en estas tierras solo queremos lo mismo que usted pide para sus regantes: poder seguir viviendo en nuestros pueblos de los recursos naturales y paisajísticos que sus anheladas autopistas eléctricas destruirían.
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Antigua pancarta contra la Autopista Eléctrica Peñalba-Arnero-Isona en el valle del Isábena (Huesca). |
Para acabar, y para tratar de explicarnos cómo es posible que el Presidente de FENACORE se descuelgue ahora con una petición al gobierno que, bien visto, podría ir contra sus propios intereses, hay que enfocar el asunto también desde la perspectiva del poder (del poder real, que está en manos del
lobby energético).
Desde ese punto de vista el
speech del señor Andrés del Campo nos lleva a pensar que la nueva situación política (
el posicionamiento de las Cortes de Aragón en contra de las interconexiones y autopistas eléctricas a través del Pirineo,
el veto al fracking en el Congreso o la
Semana de Pasión del todavía Ministro Soria, por poner unos ejemplos) exige un cambio de "médium". ¿Y qué mejor que los regantes para disponer del portavoz que las eléctricas, por lo que parece, están dejando de tener en la cúpula del poder político?
Los
lobbys de presión es lo que tienen, que se entienden muy bien entre ellos. Aunque, francamente, abrir una jornada sobre la normativa que afecta a las balsas de riego hablando de autopistas eléctricas, a nosotros nos parece, como poco, surrealista. Y volver a enfrentar a las gentes de la montaña con las de la tierra baja, además de miserable, no servirá (sino al contrario) para construir unidos una sociedad más justa para todas y todos los que vivimos en este país maltrecho y saqueado.
*Rogamos a quienes nos seguís que difundáis nuestra opinión ya que, aunque representemos a una buena parte de la sociedad civil de los territorios afectados por las autopistas eléctricas, por desgracia, no contamos con tribunas como las del Presidente de FENACORE (y eso que todos los contenidos de nuestro blog, que es nuestro medio de expresión oficial, son puntualmente remitidos a un amplio directorio de medios de comunicación).
**Dada la extensión de este artículo, de manera excepcional, lo publicamos exclusivamente en castellano.