Hemos recibido de la plataforma creada en Gatika para oponerse al proyecto de interconexión con Francia a través del Golfo de Bizkaia (Gatikako autopista elektrikoaren kontrako herri plataforma) el siguiente artículo firmado por Mikel Casado, de la citada plataforma, que fue publicado en Gara el pasado 11 de enero (https://www.naiz.eus/es/hemeroteca/gara/editions/2018-01-11/hemeroteca_articles/nos-quieren-cocinar-con-alta-tension), y que también podéis leer en el blog de la plataforma contra la Autopista Eléctrica Güeñes-Itsaso (http://guenesitsasokoordinadora.blogspot.com.es/2018/01/nos-quieren-cocinar-con-alta-tension.html).
Compartimos punto por punto lo expresado en este claro e informativo artículo, que se basa en los datos y argumentos elaborados por el CADE y nuestra Red de Apoyo Mutuo en respuesta a los Megaproyectos Energéticos, y que muestra cómo el "supuesto" proceso de participación pública del citado proyecto de interconexión eléctrica, que aún sigue abierto, no respeta el Convenio de Aarhus, firmado y ratificado por España y la UE.
Por su gran interés lo reproducimos íntegramente.
NOS QUIEREN COCINAR CON ALTA TENSIÓN
Mikel Casado
Gatikako autopista elektrikoaren kontrako herri plataforma
Seguramente es conocido el hermoso cuento de Eduardo
Galeano sobre el cocinero que reúne a las aves de la granja (gallinas,
patos, pavos, etc.) y les pregunta con qué salsa quisieran ser comidas,
cuando una gallina dice: «No queremos ser comidas de ninguna manera», a
lo cual el cocinero respondió que esa respuesta no era válida, pues iban
a ser cocinadas quisieran o no.
Algo así es lo que Red Eléctrica Española, entidad solo un 20%
pública, ha anunciado al Ayuntamiento de Gatika y a otros varios de la
zona, a saber, que el proyecto de interconexión eléctrica España-Francia
por el Golfo de Bizkaia (Inelfe) se llevará a cabo sí o sí.
Esta interconexión consiste en traer un cable submarino desde una
localidad cercana a Burdeos hasta la costa vasca cercana a Lemoiz, donde
se aprovechará lo más posible del trazado anterior de la conexión con
la central nuclear, que nunca ha sido utilizado.
Como la corriente proveniente de Francia es continua, debe
convertirse en alterna mediante una estación conversora que se
instalaría junto a la subestación de Gatika, pegada a ella, de dos
edificios de 20 metros de altura, equivalentes a 8 plantas.
Los defensores del proyecto aseguran que «las necesidades de
intercambio de una parte y otra son cada vez más importantes». Red
Eléctrica adorna el proyecto con narrativas de mejora de la
disponibilidad de energía europea, mayor eficiencia, abaratamiento, y
más aprovechamiento de las energías renovables. Como dicen que el
proyecto es de interés común y quieren que se lleve a cabo con todas las
garantías de transparencia y participación ciudadana, está en fase de
consultas, y nos dan tiempo a hacer todo tipo de propuestas y
alegaciones. Es decir, nos dejarán decidir la salsa, la forma, pero no
el proyecto en sí. Como en el cuento del cocinero de Galeano, eso no
está en cuestión.
Sin embargo, desde la Plataforma de Gatika contra este proyecto, nos
oponemos a que nos cocinen, nos oponemos al proyecto en sí, y exponemos
varias razones de por qué lo hacemos, entre otras, porque es
innecesario, es extremadamente caro y es perjudicial.
Este proyecto es innecesario porque la capacidad eléctrica de España y
Francia es excedentaria. La de Francia es 1,6 veces su consumo máximo, y
la de España 2,6 veces superior, en parte, porque se construyeron
grandes centrales de ciclos combinados que hoy están paradas, a pesar de
su alto coste. Aparte de eso, el consumo en España ha caído un 11%
entre 2008 y 2014. Por si fuera poco, ya hay interconexión
Francia-España, y es más que suficiente, pues alcanza los 3,7 GW, y no
llegan a utilizarse.
Por último, pero muy importante, este proyecto es innecesario porque
hay alternativas y es obsoleto. En la actualidad, los sistemas de
almacenamiento y de gestión de la demanda empiezan a ser una alternativa
mucho más interesante y económica que la construcción de grandes
infraestructuras costosas que van a tener poco uso.
En segundo lugar, el proyecto es tremendamente caro para los
contribuyentes pues, aunque seamos todos los europeos los que lo
subvencionemos, costará, según presupuestado, 1.800 millones de euros
más los posibles, o ciertos, desvíos presupuestarios, como ha pasado en
decenas de otros megaproyectos, para eventualmente lograr tan solo 2
innecesarios GW.
En tercer lugar, el proyecto es perjudicial sanitaria y
medioambientalmente. Es perjudicial para la salud porque las líneas de
alta tensión (400 kV), tanto si son aéreas como soterradas, generan una
alta contaminación electromagnética, con posibles consecuencias tales
como cáncer, migrañas, sueño, fertilidad etc., como es mostrado en
estudios independientes, entre los que están los de la Organización
Mundial de la Salud. Además, provocan elevados niveles de contaminación
acústica. Medioambientalmente, el deterioro es sobre el paisaje y la
fauna, pues las líneas de alta tensión exigen el mantenimiento de
amplios espacios sin vegetación a su alrededor, todo lo cual afecta a
ganadería y turismo sin dejar beneficio local alguno. En la zona marina
por donde debería sumergirse el cable, los daños a la pesca también se
consideran altos.
Y, poniendo el foco del efecto en nuestro municipio, veríamos una
estación conversora de grandes dimensiones que en la transformación de
corriente continua en alterna provocaría un ruido altamente molesto.
Entonces, expuestos los aspectos negativos del proyecto, cualquiera
se preguntaría por el sentido del mismo. Creemos que el objetivo es el
beneficio monetario que aportaría a las operadoras energéticas
españolas, pues comprarían energía nuclear francesa barata para venderla
más cara en España. Aparte de ello, estos megaproyectos se inscriben en
una lógica de constitución de un gigante europeo de la energía que se
instalará posiblemente en los estados europeos donde se paguen menos
impuestos, lo cual debilitará o incluso eliminará nuestro servicio
público de electricidad, que se contentará con el rol de transportista
de energía.
También hay que tener en cuenta que, aunque sus defensores nos digan
que la energía nos resultará más barata al consumidor, podría resultar
lo contrario cuando Francia vaya cerrando sus centrales nucleares y
necesite importar energía española, en cuyo caso subirá el precio que
pagamos al aumentar la demanda. Además, creemos que la forma más
sencilla de abaratar la energía eléctrica sin recurrir a costosos
megaproyectos que, en última instancia, encarece la energía, es,
simplemente, que las empresas eléctricas bajen el precio del kWh, que,
como todo el mundo sabe, es actualmente abusivo e injustificado.
Este proyecto supone apostar por un gasto y perjuicio descomunal al
mismo tiempo que se imponen unas políticas de austeridad que consideran
que se debe recortar en sanidad, educación y pensiones. Como decíamos al
principio, nos quieren cocinar y, por aparentar ser demócratas, solo
nos dejan decidir la salsa. El Ayuntamiento de Gatika ya ha rechazado
este proyecto unánimemente y el día 27 de diciembre esta plataforma de
Gatika presentó más de 6.800 alegaciones contra el mismo. Es decir, no
queremos que nos cocinen con alta tensión.
Hem rebut de la plataforma creada en Gatika per oposar-se al projecte d'interconnexió amb França a través del Golf de Biscaia (Gatikako autopista elektrikoaren kontrako herri plataforma) el següent article signat per Mikel Casado, de l'esmentada plataforma, que va ser publicat a Gara el passat 11 de gener (https://www.naiz.eus/es/hemeroteca/gara/editions/2018-01-11/hemeroteca_articles/nos-quieren-cocinar-con-alta-tension) i que també podeu llegir al bloc de la plataforma contra l'Autopista Elèctrica Güeñes-Itsaso (http://guenesitsasokoordinadora.blogspot.com.es/2018/01/nos-quieren-cocinar-con-alta-tension.html).
Compartim punt per punt el que expressa aquest clar i informatiu article, que es basa en les dades i arguments elaborats pel CADE i la nostra Xarxa de Suport Mutu en resposta als Megaprojectes Energètics, i que mostra com el "suposat" procés de participació pública de l'esmentat projecte d'interconnexió elèctrica, que encara segueix obert, no respecta el Conveni d'Aarhus, signat i ratificat per Espanya i la UE.
Pel seu gran interès el reproduïm íntegrament (veure més amunt).
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