La sabiduría popular, el folclore, nunca se equivoca. Mirad qué joyita nos hemos encontrado por los caminos de Aragón. Démosle difusión hasta que acabe siendo parte de nuestra tradición oral.
Nuestras felicitaciones y nuestro agradecimiento al poeta o la poetisa popular que ha sabido decir tantas verdades y con tanta gracia en tan poco espacio.
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La saviesa popular, el folklore, mai no s'equivoca. Mireu quina joieta ens hem trobat pels camins d'Aragó. Donem-ne difusió fins que acabi sent part de la nostra tradició oral.
Les nostres felicitacions i el nostre agraïment al poeta o poetessa popular que ha sabut dir tantes veritats i amb tanta gràcia en tan poc espai.
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RELACIÓN Y ROMANCE
que da cuenta de la terrible plaga que amenaza
a los pueblos de Aragón
Contemplen chicos y grandes
y lean con atención
los peligros que se ciernen
sobre el Reino de Aragón.
Un tal Fernando Samper,
que antes criaba tocinos,
ahora nos quita las tierras
para plantar sus molinos.
Lambán y Aliaga le dicen:
«No te preocupes, Samper,
que los tontos de los pueblos
son fáciles de convencer.
»Solo tienes que decirles
que les lloverán perricas,
que crean que van a atar
los perros con longaniza.
»Y a las comarcas y alcaldes,
palmadicas en la chepa,
que son de nuestro rebaño
y obedecen como ovejas.
»Y por nosotros, descuida,
que al INAGA le diremos
que a tus molinos y placas
no les pongan ningún pero».
Con semejantes favores
Samper anda muy ufano
y nos manda a sus esbirros
pa que firmemos contratos,
amenazando a la gente
con que pueden expropiarlos,
o avivando la codicia
de algún egoísta incauto,
que vive lejos del pueblo
y le importamos tres cuartos.
Y entre unas cosas y otras
Samper se forra el riñón,
que antes de poner las placas
y levantar los molinos
tiene vendida la moto
a los fondos de inversión.
Capitales extranjeros
desde despachos remotos
se llenan bien las buchacas
arruinándonos a todos.
Arrasan bosques y estepas,
dejan yermos nuestros campos,
las aves desaparecen,
enferman nuestros ganados
por el ruido insoportable
de esos enormes cacharros,
que también hace enfermar
a todo el que viva al lado.
Lectores que estáis leyendo,
tened ojo y parad cuenta,
no os dejéis embolicar
con ‘cuentos de la lechera’
de boca de charlatanes
llena de falsas promesas.
Ni dejéis que algún listillo
a cambio de cuatro perras,
despreciando el bien común,
os condene a la miseria.
Y mirad a quién votáis,
aprended bien la lección,
de nuestro empeño depende
el futuro de Aragón.
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