lunes, 9 de noviembre de 2009

A vueltas con la evacuación de la energía eólica

Observamos en estos días con cierta preocupación, por decirlo suavemente, cómo los medios de comunicación —en lo que parece una auténtica campaña o estrategia de formación de opinión— vuelven a airear el ya famoso argumento de Red Eléctrica de España de la necesidad de crear nuevas autopistas eléctricas, como la Peñalba-Monzón-Isona, para mejorar la evacuación de la energía eólica.
Ya hemos demostrado fehacientemente que semejante argumento es una falacia con la que la empresa monopolizadora del transporte de energía eléctrica en España trata de esconder sus afanes especulativos bajo el bonito discurso de la promoción de las energías renovables y no deberíamos seguir su juego, tratando de refutar un falso argumento —como si éste fuera el debate que nos ocupa—, si no fuera porque hay titulares capaces de indignar y sublevar al más templado. Nos referimos en particular a las palabras de Enrique López, Presidente de la Asociación de Promotores Eólicos de Aragón, con las que se da título a la entrevista que publicaba ayer domingo El Periódico de Aragón bajo el título "El sector eólico vive un drama en Aragón por el parón que sufre".
No queremos decir, por supuesto, que el titular en sí o que la opinión del señor Enrique López sea falsa. Aceptemos que es cierto que el sector eólico está sufriendo un parón en Aragón, incluso que eso sea vivido como "un drama" por los empresarios del sector, que, eso sí, en años pasados debieron de vivir un auténtico "idilio", a la vista de cómo están nuestros montes sembrados de esos desaforados gigantes que, en definitiva, son los molinos eólicos o a la vista de cómo en algunos lugares el sector ha favorecido pelotazos y corrupción sin límite. De acuerdo. Pero, ¿cuáles son las razones a las que el señor López atribuye el parón? Nada más y nada menos que a la falta de desarrollo del Protocolo que en septiembre de 2008 firmó Red Eléctrica de España y el Gobierno de Aragón. Ahí está pues lo indignante, la ecuación mágica que convierte la opinión interesada del representante de un sector económico en consigna para consumo de la opinión pública y en coartada para defender lo indefendible. Esto es, si nos oponemos a las autopistas eléctricas estamos oponiéndonos al desarrollo de Aragón y a la salida de la crisis. ¡Toma ya!
En fin, desmontemos una vez más el falso argumento:
  • Conforme a los datos contenidos en el famoso Protocolo firmado entre REESA y el Gobierno de Aragón, la Autopista Eléctrica Peñalba-Monzón-Isona sólo evacuaría 40 MW de energía eólica, esto es, se trataría de la línea que evacuaría menor cantidad de energía eólica con una diferencia abismal con el resto de infraestructuras programadas.
  • La energía eólica, como todas las energías renovables, permitiría —si hubiera voluntad política para ello— una cultura de la energía mucho menos dañina con el medio ambiente y las posibilidades de desarrollo local ya que podría generarse en el lugar donde va a ser utilizada, minimizando así las afecciones derivadas del transporte de energía eléctrica —que supone siempre una pérdida—. Es lo que se ha dado en llamar "Generación distribuida", un modelo energético mucho más racional (tanto en lo económico como en lo medioambiental), pero que sospechamos que no interesa a monopolios del tipo de REESA, que aprovechan su privilegiada situación para especular con el transporte y la venta de energía eléctrica a larga distancia —para lo cual es imprescindible aumentar la tensión de las líneas al máximo posible, evitando así las pérdidas económicas, aunque ello implique problemas serios en relación con la salud de las personas afectadas y la destrucción del patrimonio natural—.
  • El trazado de la Autopista Eléctrica Peñalba-Monzón-Isona, parece hecho a medida para el transporte de energía desde las zonas productoras a aquellas que tienen más demanda, pero, ignorando las directrices de la Unión Europea, contamina electromagnéticamente zonas que no son ni productoras ni receptoras. En ello, demuestra, por cierto, una mínima sensibilidad con la población y los territorios afectados, a los que se elige como víctimas en razón de su escasez y envejecimiento, es decir, de su escaso peso electoral.
  • Con todo lo anterior, puede deducirse que las autopistas eléctricas del tipo de la Peñalba-Monzón-Isona, no son necesarias si se atiende a una política energética racional y guiada por el bien común. Sólo sirven para aumentar el beneficio económico de los que monopolizan el transporte eléctrico.
Pero hay algunos detalles más de esta entrevista —convertida en una especie de noticia gracias a su titular— que nos indignan profundamente pues parecen propios de una visión del desarrollo económico de tipo despótico. En efecto, de las palabras del señor López parece deducirse que el sector que preside tenía un conocimiento del protocolo firmado por Red Eléctrica de España con el Gobierno de Aragón que los ciudadanos de esta comunidad no tuvieron hasta que no se consiguió, por vía parlamentaria, hacer público su contenido. ¿Quiere decir esto que los empresarios de este sector tienen más derecho que el resto de los aragoneses a conocer los planes y la política de nuestro Gobierno? ¿Es que nuestro Gobierno sólo gobierna para ciertos ciudadanos y se permite establecer con ellos y a espaldas del resto protocolos que deberían ser sometidos a la opinión pública dadas las gravísimas afecciones que para el Medio Ambiente, el Desarrollo Rural y la Salud Pública tienen las infraestructuras de transporte eléctrico? ¿Desconoce el señor López que los representantes de los aragoneses en las Cortes de Aragón, incluidos los suyos y los que sustentan el Gobierno, se opusieron unánimente a la Autopista Eléctrica Monzón-Isona? Pero además: conforme a las palabras con las que finaliza el señor López su entrevista, se diría que oponerse a sus lucrativos planes es tanto como poner trabas a la salida de la crisis y al desarrollo de nuestra comunidad. ¿Se puede concebir mayor soberbia? ¿No es éste el mismo discurso colonialista de siempre, que cifra las posibilidades de desarrollo de nuestra comunidad en los sacrificios de los mismos, esto es, en desposeer a los más desfavorecidos de sus últimos recursos económicos? ¿Es que el desarrollo de Aragón no debería ser el desarrollo de todos los aragoneses y no sólo de los que han adquirido esa especie de privilegio que supone ser, sin necesidad de la aprobación de la mayoría, representantes de un sector estratégico?
No sabemos bien, la verdad, qué es lo que el sector eólico considera vivir un drama, pero los habitantes de las comarcas afectadas por el proyecto de la Autopista Eléctrica Monzón-Isona sí sabemos lo que es vivir un esperpento cotidiano gracias a nuestros políticos y nuestros empresarios decimonónicos y, por supuesto, estamos viviendo literalmente una tragedia desde el día en que se puso fecha de defunción a nuestros pueblos, víctimas propiciatorias de un sistema que aún cree que se puede salir de la crisis repitiendo los errores que nos llevaron a ella.

Observem en aquests dies amb certa preocupació, per dir-lo suaument, com els mitjans de comunicació —en el que sembla una autèntica campanya o estratègia de formació d'opinió— tornen a airejar el ja famós argument de Red Eléctrica de España de la necessitat de crear noves autopistes elèctriques, com la Peñalba-Montsó-Isona, per a millorar l'evacuació de l'energia eòlica.
Ja hem demostrat feacientemente que semblant argument és una fal·làcia amb la qual l'empresa monopolizadora del transport d'energia elèctrica a Espanya tracta d'amagar els seus afanys especulatius sota el bonic discurs de la promoció de les energies renovables i no hauríem de seguir el seu joc, tractant de refutar un fals argument —com si aquest anés el debat que ens ocupa—, si no fora perquè hi ha titulars capaços d'indignar i revoltar al més temperat. Ens referim en particular a les paraules d'Enrique López, President de la Asociación de Promotores Eólicos de Aragón, amb les quals es dóna títol a l'entrevista que publicava ahir diumenge
El Periódico de Aragón sota el títol "El sector eólico vive un drama en Aragón por el parón que sufre".
No volem dir, per descomptat, que el titular en si o que l'opinió del senyor Enrique López sigui falsa. Acceptem que és cert que el sector eòlic està sofrint un parón a Aragó, fins i tot que això sigui viscut com "un drama" pels empresaris del sector, que, això sí, en anys passats van deure viure un autèntic "idil·li", a la vista de com estan les nostres monts sembrats d'aquests desaforados gegants que, en definitiva, són els molins eòlics o a la vista de com en alguns llocs el sector ha afavorit pelotazos i corrupció sense límit. D'acord. Però, quins són les raons a les quals el senyor López atribuïx el parón? Ni més ni menys que a la falta de desenvolupament del Protocol que al setembre de 2008 va signar Red Eléctrica de España i el Govern d'Aragó. Aquí està doncs l'indignant, l'equació màgica que converteix l'opinió interessada del representant d'un sector econòmic en consigna per a consum de l'opinió pública i en coartada per a defensar el indefendible. Això és, si ens oposem a les autopistes elèctriques estem oposant-nos al desenvolupament d'Aragó i a la sortida de la crisi.
En fi, desmuntem una vegada més el fals argument:
  • Conforme a les dades contingudes en el famós Protocol signat entre REESA i el Govern d'Aragó, l'Autopista Elèctrica Peñalba-Montsó-Isona només evacuaria 40 MW d'energia eòlica, això és, es tractaria de la línia que evacuaria menor quantitat d'energia eòlica amb una diferència abismal amb la resta d'infraestructures programades.
  • L'energia eòlica, com totes les energies renovables, permetria —si hagués voluntat política per a això— una cultura de l'energia molt menys nociva amb el medi ambient i les possibilitats de desenvolupament local ja que podria generar-se en el lloc on va a ser utilitzada, minimitzant així les afeccions derivades del transport d'energia elèctrica —que suposa sempre una pèrdua—. És el que s'ha donat a cridar "Generació distribuïda", un model energètic molt més racional (tant en l'econòmic com en el mediambiental), però que vam sospitar que no interessa a monopolis del tipus de REESA, que aprofiten la seva privilegiada situació per a especular amb el transport i la venda d'energia elèctrica a llarga distància —per a això és imprescindible augmentar la tensió de les línies al màxim possible, evitant així les pèrdues econòmiques, encara que això impliqui problemes seriosos en relació amb la salut de les persones afectades i la destrucció del patrimoni natural—.
  • El traçat de l'Autopista Elèctrica Peñalba-Montsó-Isona, sembla fet a mesura per al transport d'energia des de les zones productores a aquelles que tenen més demanda, però, ignorant les directrius de la Unió Europea, contamina electromagnèticament zones que no són ni productores ni receptores. En això, demostra, per cert, una mínima sensibilitat amb la població i els territoris afectats, als quals es tria com víctimes en raó de la seva escassesa i envelliment, és a dir, del seu escàs pes electoral.
  • Amb tot l'anterior, pot deduir-se que les autopistes elèctriques del tipus de la Peñalba-Montsó-Isona, no són necessàries si s'atén a una política energètica racional i guiada pel bé comú. Només serveixen per a augmentar el benefici econòmic dels quals monopolitzen el transport elèctric.
Però hi ha alguns detalls més d'aquesta entrevista —convertida en una espècie de notícia gràcies al seu titular— que ens indignen profundament doncs semblen propis d'una visió del desenvolupament econòmic de tipus despòtic. En efecte, de les paraules del senyor López sembla deduir-se que el sector que presideix tenia un coneixement del protocol signat per Red Eléctrica de España amb el Govern d'Aragó que els ciutadans d'aquesta comunitat no van tenir fins que no es va aconseguir, per via parlamentària, fer públic el seu contingut. Vol dir això que els empresaris d'aquest sector tenen més dret que la resta dels aragonesos a conèixer els plans i la política del nostre Govern? És que el nostre Govern només governa per a certs ciutadans i es permet establir amb ells i a esquena de la resta protocols que haurien de ser sotmesos a l'opinió pública donades les gravísimas afeccions que per al Medi Ambient, el Desenvolupament Rural i la Salut Pública tenen les infraestructures de transport elèctric? Desconeix el senyor López que els representants dels aragonesos en les Corts d'Aragó, inclosos els seus i els quals sustenten el Govern, es van oposar unánimente a l'Autopista Elèctrica Montsó-Isona? Però a més: conforme a les paraules amb les quals finalitza el senyor López la seva entrevista, es diria que oposar-se als seus lucratius plans és tant com posar traves a la sortida de la crisi i al desenvolupament de la nostra comunitat. Es pot concebre major superba? No és aquest el mateix discurs colonialista de sempre, que xifra les possibilitats de desenvolupament de la nostra comunitat en els sacrificis dels mateixos, això és, a desposseir als més desfavorits dels seus últims recursos econòmics? És que el desenvolupament d'Aragó no hauria de ser el desenvolupament de tots els aragonesos i no només dels quals han adquirit aquesta espècie de privilegi que suposa ser, sense necessitat de l'aprovació de la majoria, representants d'un sector estratègic?
No sabem bé, la veritat, que és el que el sector eòlic considera
viure un drama, però els habitants de les comarques afectades pel projecte de l'Autopista Elèctrica Montsó-Isona, sí sabem el que és viure un esperpento quotidià gràcies als nostres polítics i els nostres empresaris vuitcentistes i, per descomptat, estem vivint literalment una tragèdia des del dia que es va posar data de defunció als nostres pobles, víctimes propiciatorias d'un sistema que encara creu que es pot sortir de la crisi repetint els errors que ens van dur a ella.

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