Pocas horas antes de la asamblea que hemos llevado a cabo esta tarde, conocíamos la trágica noticia del fallecimiento de nuestro veterano y querido compañero Josep Feria. Dejamos pues a la espera cualquier otro asunto, que, por importante que pueda parecer, pasa a un segundo plano ante el dolor de la irreparable pérdida de un amigo y compañero, y nos apresuramos a transmitiros esta trágica noticia y a informaros de que, como nos han comunicado la familia y los compañeros y compañeras del Pallars, mañana, sábado 14 de diciembre, de 11 a 13 horas, habrá un espacio en el Tanatorio de Tremp para poder despedirnos de él, tras lo cual se realizará además un sencillo acto en su recuerdo.
Nos sumamos además, a dicho recuerdo, con un breve texto, no por apresurado menos sentido, con el que queremos rendirle el homenaje que bien se merece tras décadas de haber sido uno de los pilares de nuestra plataforma y otros movimientos sociales en el Pallars Jussà.
JOSEP FERIA IN MEMORIAM
Hace solo unas horas, en este fatídico 13 de diciembre en el que volvemos a reunirnos en asamblea, exactamente 16 años después de que nos reuniéramos en Tremp para refundar nuestra plataforma unitaria, hemos sabido que te nos has ido, viejo compañero, más presente hoy que nunca en nuestros corazones, que siguen albergando ese mundo nuevo por el que, sin miedo alguno a las ruinas, siempre luchaste.
Nos cuesta superar, atravesados aún por el dolor, el vacío que sentimos. Pero vamos a sobreponernos a esta debilidad que, seguramente tú, con tu inconmensurable corazón rojinegro nos reprocharías con una sonrisa y un abrazo plenos de vida y de futuro.
Porque en verdad no es vacío, es solo que ya echamos de menos tu contagiosa, tu revolucionaria alegría. Que ya añoramos el filo de tus palabras y versos de juglar libertario. Que, como nunca, sentimos la responsabilidad de tu ejemplo de luchador incansable, que nunca, nunca, nunca se calló ni bajó la cabeza ante la injusticia y el expolio.
Porque, en verdad lo que nos duele es mandarte este pobre abrazo de palabras improvisadas cuando lo que desearíamos es volver a estrecharte entre nuestros brazos.
Porque, en verdad, has sido, eres y serás el más grande de nuestros corazones; una columna de hierro para nuestra plataforma en tierras del Pallars, todo un ejemplo de vida y coherencia.
Porque lo que queremos es recordarte y revivirte en tus palabras llenas siempre de justicia y de vida. Y tú mismo lo dijiste al final de uno de esos escritos tuyos con los que tan atinadamente fustigabas al poderoso al tiempo que nos arengabas a la lucha cargándonos de razón, de fuerza y de voluntad:
La Tierra es generosa si la cuidas y la mimas, de lo contrario al final muere y deja de ofrecernos sus valiosos frutos, el trabajo y esfuerzo bien repartido así como el necesario ocio y descanso son toda fuente de vida.
Ahora toca decir ¡basta! No estamos dispuestos a sufrir las consecuencias de los desmanes de unos pocos desaprensivos.
Podemos y debemos luchar por dejar un legado mejor a nuestros hijos, el futuro está en nuestras manos y nadie puede decirnos y menos imponer una voluntad ajena a este preciado porvenir.
A la luz y al calor de estas tus palabras nos conjuramos para tomar tu testigo, para seguir luchando por nuestros pueblos y por nuestras gentes con el coraje, la audacia y la valentía de la que fuiste ejemplo. Quizá no puedas ya celebrar la victoria por la que te dejaste la vida; pero no dudes de que por ti venceremos a los mercaderes de muerte que siguen empeñados en arruinar nuestro futuro.
En definitiva, no queremos que esto sea una simple despedida sin previsión de un luego, de un siempre o de un mañana. De seguro que tú no lo querrías así, y por ello cerramos estas breves líneas con un adiós de los tuyos, lleno de vida y esperanza, que imaginamos en tu voz de juglar con estos versos de Neruda:
AHORA me dejen tranquilo.
Ahora se acostumbren sin mí.
Yo voy a cerrar los ojos.
[...]
Ahora si quieren se vayan.
He vivido tanto que un día
tendrán que olvidarme por fuerza,
borrándome de la pizarra:
mi corazón fue interminable.
Pero porque pido silencio
no crean que voy a morirme:
me pasa todo lo contrario:
sucede que voy a vivirme.
Sucede que soy y que sigo.
No será, pues, sino que adentro
de mí crecerán cereales,
primero los granos que rompen
la tierra para ver la luz,
pero la madre tierra es oscura:
y dentro de mí soy oscuro:
soy como un pozo en cuyas aguas
la noche deja sus estrellas
y sigue sola por el campo.
Se trata de que tanto he vivido
que quiero vivir otro tanto.
Nunca me sentí tan sonoro,
nunca he tenido tantos besos.
Ahora, como siempre, es temprano.
Vuela la luz con sus abejas.
Déjenme solo con el día.
Pido permiso para nacer.