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viernes, 19 de febrero de 2010

"Sama-Velilla: razones de una línea eléctrica innecesaria", por Julio Lago Rodríguez

Julio Lago Rodríguez. Fotografía de M. Marcos para La Crónica de León

Julio Lago Rodríguez, profesor titular de Economía Financiera en la Facultad de Económicas de la Universidad de León, elaboró el siguiente artículo de opinión en contra de la línea de alta tensión Sama-Velilla, un proyecto de REESA tan semejante a su proyecto de Autopista Eléctrica Peñalba-Monzón-Isona, que hemos considerado oportuno reproducirlo en nuestro blog pues basta con sustituir el nombre de Sama-Velilla y las referencias a otros territorios por nuestras tierras y el proyecto de REESA que nos amenaza para observar que sus argumentos son idénticos a los que hemos venido defendiendo aquí desde la refundación de nuestra Plataforma.

Es reconfortante ver que coincidimos nada más y nada menos que con un experto en economía. Siempre hemos sabido que llevábamos la razón y sería deseable que en un estado que se dice democrático fuera la razón y no los intereses especulativos la que se tuviera en cuenta a la hora de llevar adelante cualquier proyecto de estas características.

Julio Lago Rodríguez, professor titular d'Economia Financera en la Facultat d'Econòmiques de la Universitat de León, va elaborar el següent article d'opinió en contra de la línia d'alta tensió Sama-Velilla, un projecte de REESA tan semblant al seu projecte d'Autopista Elèctrica Peñalba-Montsó-Isona, que hem considerat oportú reproduir-lo en el nostre blog doncs n'hi ha prou amb substituir el nom de Sama-Velilla i les referències a altres territoris per les nostres terres i el projecte de REESA que ens amenaça per a observar que els seus arguments són idèntics als quals hem vingut defensant aquí des de la refundació de la nostra Plataforma.

És reconfortant veure que coincidim ni més ni menys que amb un expert en economia. Sempre hem sabut que dúiem la raó i seria desitjable que en un estat que es diu democràtic fora la raó i no els interessos especulatius la qual es tingués en compte a l'hora de dur endavant qualsevol projecte d'aquestes característiques.

SAMA-VELILLA: RAZONES DE UNA LÍNEA ELÉCTRICA INNECESARIA

Asistimos, desde hace meses, a un debate permanente sobre la necesidad de construir una gigantesca línea de alta tensión, denominada Sama-Velilla, entre Asturias y Palencia a lo largo y ancho de la montaña central y oriental leonesa.

La polémica ha surgido porque este macro tendido requiere instalar torres metálicas de una altura similar al edificio Faro de Trobajo del Camino cada 500 metros a lo largo de 120 kilómetros, 80 de ellos en territorio de la provincia de León. Una auténtica barbaridad. Los promotores del proyecto, el gobierno autonómico asturiano y la empresa Red Eléctrica de España (REE), argumentan que la línea es necesaria para evitar problemas de evacuación y de suministro eléctrico en Asturias y en España, alertando incluso sobre los peligros, léase apagones y colapsos, que conllevaría no ejecutarla. Veamos que hay de cierto en tales argumentos.

De entrada, habría que conocer la realidad del sistema eléctrico español. Para este propósito son muy útiles y solventes los informes que anualmente elabora REE. Como primer análisis económico se comprueba que España dispone de una capacidad de generación que duplica lo que el país es capaz de demandar incluso en horas punta. Existen más de 90.000 megavatios (MW) de potencia instalada peninsular, mientras que el consumo instantáneo de electricidad nunca ha superado el record de los 45.450 megavatios (MW) que se alcanzó el 17 de diciembre del año 2007. A este respecto es muy aleccionador el comunicado oficial que REE emitió ese día, pues resalta que el sistema eléctrico pudo atender sin dificultad una demanda histórica. Así mismo es la propia REE la que afirma en sus informes periódicos que la calidad del servicio y la seguridad de suministro del sistema eléctrico español es alta, plenamente satisfactoria, aunque la potencia instalada nunca esté operativa o disponible al 100%, ya sea por falta de agua y viento que hagan funcionar los embalses y los parques eólicos o por razones de mantenimiento y averías puntuales que puedan sufrir las centrales térmicas alimentadas por uranio, carbón y gas natural.

Así lo ha ratificado el ministro Miguel Sebastián en su comparecencia de la Comisión de Industria, véase el diario de sesiones, del 30 de julio de 2009 en el Congreso de los Diputados, no siendo pocos los organismos y expertos que coinciden en este dictamen. Honorato López Isla, hasta fechas muy recientes consejero delegado de Unión Fenosa, hoy fusionada con Gas Natural, y quizás uno de los directivos con más prestigio dentro del sector, ya advertía en junio de 2007 el exceso de potencia instalada, llegando incluso a señalar que funciona, de media, al 50% de su capacidad. Un diagnóstico de sobrecapacidad que ha sido reconocido en fechas más recientes, entre otros, por Céntrica Energía, una de las principales empresas comercializadoras del país, y por el Operador del Mercado Ibérico de Electricidad (OMEL).

Resulta evidente que la oferta de generación ha crecido más que la demanda eléctrica. Una demanda eléctrica que, si se consultan de nuevo los informes de REE, viene experimentando incrementos decrecientes desde el año 2003. Un dato silenciado por quienes postulan la ejecución de la línea.

Bajo este escenario energético plantear, como hace Asturias, la necesidad de la Sama-Velilla porque es preciso dotar de más capacidad eléctrica al sistema no tiene fundamento. Como no tiene fundamento argumentar que Asturias está en riesgo de colapso por la falta de esta línea. De nuevo, si se consultan los informes de REE se comprueba que el sistema eléctrico asturiano ofrece niveles de calidad plenamente satisfactorios, medidos tanto por el indicador de energía no suministrada al sistema (ENS) como por el indicador de tiempo de interrupción medio (TIM) por incidencias en la red de transporte.

No son, por tanto, objetivas las razones técnicas esgrimidas para justificar este tendido ni la puesta en marcha de nuevas centrales eléctricas, hasta cinco alimentadas por gas natural, en la comunidad autónoma vecina. Poco hemos aprendido del grave empacho de ladrillo y de sus nefastas consecuencias para la economía española por haberse saturado, sin una verdadera necesidad, la construcción de viviendas.

En todo caso, en el futuro, de ser necesario, la ubicación de nueva capacidad de generación tendría que orientarse hacia regiones del país con déficit permanente entre producción y consumo eléctrico, caso de Madrid, Valencia, Cataluña, País Vasco y Cantabria.

Sería mucho más sensato planificar de esta manera. Ahorraría la realización de costosas líneas de muy alta tensión, las pérdidas en el transporte de kilowatios y los fuertes impactos medioambientales. Así lo ha aconsejado en febrero de 2008 Victoriano Casajús, ex director general de REE. Incluso así se recoge como postulado fundamental en el nuevo modelo energético para España diseñado por la Fundación Ideas del PSOE.

Cabe preguntarse qué sentido tiene programar la construcción de más equipamiento eléctrico en zonas que pueden distar 400 o más kilómetros de las áreas de consumo, máxime cuando regiones del país con importante déficit eléctrico disponen de plantas regasificadoras infrautilizadas que bien podrían abastecer, de ser necesario, la instalación de nuevas centrales de gas natural. Son los casos de Barcelona, cuya planta regasificadora se utiliza al 43% de su capacidad nominal, Bilbao, empleada al 67%, y Sagunto, al 80%. Una situación de no pleno aprovechamiento de las infraestructuras gasistas que también se detecta en el resto de plantas regasificadoras ya existentes: Huelva al 42%, Cartagena al 35% y Mugardos (La Coruña) al 47%. Ante esta realidad resulta difícil entender la insistencia en construir una más, en el puerto de Gijón, cuando el funcionamiento de las ya operativas ofrece los niveles de utilización antes apuntados. El despropósito, por no introducir un mínimo de racionalidad económica en la planificación energética, puede ser mayúsculo.

El diagnóstico es claro. Se están empleando argumentos falsos para justificar un macro tendido eléctrico innecesario, muy agresivo para unas comarcas de montaña que tienen en el medioambiente, en su patrimonio natural, su primer recurso económico. Resulta obligado constatar, manejando datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística, que en agosto de 2009 León se ha convertido en el quinto destino español por turismo rural. Un logro que tendría que hacer reflexionar sobre los daños, irreparables, que causaría la Sama-Velilla a las posibilidades de desarrollo de la montaña central y oriental leonesa.

Queda fuera de toda duda que el proyecto encierra mayúsculas falsedades. Tantas como decir que el impacto ambiental de una línea eléctrica como la descrita pueda calificarse de moderado.

3 comentarios:

  1. La nueva línea no es necesaria, evidentemente, pero si aconsejable para una mejor interconexión del sistema eléctrico Español,mejor interconexión al fin y al cabo implica mayor calidad, menor riesgo de apagones y caída en cascada de la red, mayor y mejor adaptabilidad a los cambios futuros de demanda energética, como puede ser la del coche eléctrico. Nose hasta que puento esto equilibra la balanza de si hacerla o no hacerla, pero a mi entender el impacto ambiental no es tan grande como la gente piensa en general.

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  2. No nos queda claro por tu comentario a qué línea en particular te refieres. Obviamente, nosotros consideramos que la Sama-Velilla, por los datos con los que contamos, es innecesaria, razón por la que recogimos aquí un artículo que, junto con el informe de este mismo profesor de la Universidad de León demuestra con datos y pruebas que los argumentos con los que Red Eléctrica la defiende resultan poco menos que falaces.
    Por otra parte, si te refieres al proyecto Peñalba-El Arnero-Isona, nuestra opinión, como es obvio, es que no sólo no resulta necesaria para la finalidad que indicas, si no que, además, el impacto ambiental, lejos de ser moderado, como defiende Red Eléctrica a partir de un EIA que es de todo menos riguroso, es extremadamente grave. Así lo demuestran tanto el informe que elaboramos junto con Ecologistas en Acción (véase: https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=explorer&chrome=true&srcid=0B5ID6gGygl3TZDljMDBlNGQtZDcyNC00MTgwLWI2ODEtMTUyNjMxNzEyYTIw&hl=en_US) como el hecho de que la Comisión Europea, sensible a nuestras quejas y denuncias (presentadas a través de nuestros abogados y diversos paralamentarios europeos), haya abierto una investigación de oficio por el posible incumplimiento de diversas normativas y recomendaciones europeas referidas a la salud pública, a la protección del Medio Ambiente y a la protección del paisaje (dada la extensión de la respuesta, continuamos en un próximo comentario).

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  3. En ambos casos, más grave resulta que se sacrifiquen las posibilidades de desarrollo de dos zonas rurales de montaña (que entendemos han sido elegidas por Red Eléctrica en razón de su escaso peso poblacional y electoral) en favor de unas infraestructuras (las líneas de muy alta tensión o autopistas eléctricas, esto es, de 400 kV.) que sólo sirven para evacuar y transportar a grandes distancias enormes producciones eléctricas (nucleares, gas, etc.). Esto es, lejos de reforzar nuestra red, estas líneas apuntalan un modelo energético contrario a la política europea que apunta ahora hacia la generación distribuida, que no precisa de semejantes megainfraestructuras (las torres oscilan entre 45 y 85 metros de altura).
    Y no sólo es nuestra opinión. Según el ingeniero industrial Javier Sierra, quien se basa en el informe elaborado por el Electric Power Research Institute de EEUU (véase: http://www.serviciosenergeticos.org/2010/11/ree-y-la-dimension-de-su-red-de-400-kv.html) Red Eléctrica de España está sobredimensionando la red española de 400 kV. hasta casi el doble de lo que se consideraría apropiado para nuestro país, lo que lejos de reforzar nuestro sistema eléctrico lo hace mucho menos competitivo. ¿Por qué está haciendo esto Red Eléctrica? Ojalá pudiéramos disponer de pruebas para demostrar nuestras suposiciones (Red Eléctrica no es muy transparente en esto que se diga y, por supuesto, si nos hiciéramos con ellas ya las habríamos puesto en manos de nuestros abogados), pero resulta sospechoso que el crecimiento constante de beneficios de esta empresa sea paralelo y proporcional al de la construcción de líneas de 400 kV., cuyos proyectos afectan ya en estos momentos a 2.000.000 de ciudadanos sólo en el norte de España.
    Desde luego, no nos creemos que la razón sea el refuerzo de la red ni la mejora del servicio. Y conste que lo que nos duele no es tanto el boyante negocio que al parecer está haciendo esta empresa (mejor para ella), sino que pretenda hacerlo a costa del futuro de numerosos pueblos y comarcas españolas, en general, al menos por lo que a nosotros y a nuestros compañeros leoneses toca, aquellas que, además de haber sido más desfavorecidas históricamente, precisan de los recursos que dilapidaría Red Eléctrica para su propia supervivencia.
    Por poner un simple ejemplo. La Puebla del Mon (Huesca), uno de los núcleos que se verían más perjudicados por la Autopista Eléctrica Peñalba-El Arnero-Isona, perdió sus mejores tierras de cultivo a principios de siglo XX por la construcción del pantano de Barasona. Éste, que acabó con las poblaciones de Barasona y Cancer, produce electricidad y agua para riego. Ni el agua de riego (que va a Cataluña) ni la producción eléctrica revierten en nuestro territorio (donde la red eléctrica para el consumo doméstico, paradójicamente, está en un estado lamentable, con continuos picos de tensión y apagones en cuanto hay alguna tormenta o temporal fuertes). Pues bien, ahora La Puebla del Mon, en virtud de la línea en proyecto, perdería las pocas tierras que le quedan y vería imposibilitada la recuperación de su población (que sólo podría darse aprovechando su potencial turístico y de producción agropecuaria y silvícola —truficultura—) al instalarse a poco más de 400 metros de sus casas una línea de doble circuito de 400 kV. con torres de 65 metros de altura, un amplio pasillo talado a matarrasa y una contaminación acústica permanente de 30 decibelios (y no entramos en el polémico asunto de las afecciones a la salud por contaminación electromagnética). Y todo ello para tender una línea que pretende unir las subestaciones de Peñalba (Huesca) e Isona (Lleida) por un trazado que choca contra los más básicos principios económicos (es el más largo que cabe imaginar y el que debe superar más accidentes geográficos, y, si no, véase un mapa y compruébese).
    En fin, comprenderás que es como para indignarse y mucho cuando se alude a la necesidad de reforzar la red.
    Salud.

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